18.12.08

Quién seras?

Ahora lo veo, creo que apenas me doy cuenta del significado de los que está pasando. Existe el temor a lo desconocido, una tremenda duda que me lleva a pensar en cómo serás, quién serás. ¿Seré bueno para ti?, tengo ganas de conocerte. Al final si, si es felicidad, pero es uno de esos momentos de sentimientos más que mezclados y confusos. El papel nunca lo había imaginado seriamente en representar.

Quizá no leas esto nunca, no sé quién lo lea, pero al menos debo dejar escrito que espero ser para tí todo lo que tu expectativa de mi tengas, hij@.

Te quiero

14.10.08

Cassettes I

After MidnightImage by tochis via Flickr

Moviendo algunas cajas me encontré con los viejos almacenadores de audio llamados cassettes en esos días. Mis lectores más pequeños ignorarán qué son estos, pero a falta de tiempo evitaré entrar en detalles, baste decir que en ellos grabábamos de manera fácil música antes de que existiera el MP3 y todos los dispositivos modernos que permiten la fácil portación de música.

Resulta pues que encontré esta caja y a la manera de un regalo sorpresa vi que había varias cintas de presentaciones y grabaciones en estudio de 38400 voces. Pues sin tardanza me dispuse a buscar alguna reliquia electrónica que me permitiera escuchar las cintas. En casa de los padres de uno es fácil encontrar esto, y armado con tocacintas en mano me dispuse a escuchar las cintas.

Encontré muchas presentaciones de la banda 38400 voces grabadas con un "deck" conectado a la consola, por lo cual se enlataron esos momentos de manera que hoy puedo escribirles aquí de esos momentos. Vinieron a mis oidos momentos de conciertos en La Diabla, Rockotitlán, entrevistas en el auténtico Mañanero de 98.5, en el programa Banda Rockera, también fragmentos de conciertos en el Rockstock, ensayos que permanecen grabados en aquellos artículos magneticos... Sorprendente, pero al parecer y a la distancia, si hubo actividad de la banda en esos años, incluso hay por ahí alguna cinta de grupos anteriores, en tiempos tan lejannos como 1988 y "La Broza", banda de auténtico garage hizo su aparición en el baúl de los cassettes. Sirva pues esto para recordar a los amigos que ya no se ven, los que fueron fans y las canciones que estas manos que se oxidan lentamente han olvidado.

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18.9.08

La guitarra


Un día llegó un amigo a contarme que en su escuela (estábamos terminando la secundaria) algunos compañeros que tocaban guitarra se habían enterado de que este amigo aprendía de forma rápida y por demás ruidosa, el fino instrumento llamado "batería". En su alegría e impertinencia me recomendó como aspirante al grupo, pues sabía que yo deseaba hacer sonar a la guitarra y ya tenía una buena guitarra acústica que mis papás me habían regalado. Así, él armado con la investidura de baterista sin batería y yo de guitarrista en construcción fuimos al lugar acordado en día y hora para reunirnos con los demás miembros de la "banda". El lugar en cuestión era un parque (el centro de Tlalpan, para más señas) y yo sin conocer a nadie más al legar sólo escuché "allá están". Siempre me ha dado una ligera taquicardia eso de enfrentarme con nuevas personas y con palpitaciones pero confiado llegamos a conocer a los demás "músicos".

Me permito hacer un alto aquí para decirles que la guitarra eléctrica, para aquel que inicia en la guitarra acústica con ganas de "ascender" y ser eléctrico, es como un objeto que sólo existe en el aparador, en mi caso era el sueño cada vez que iba al centro comercial, una imagen tras el aparador y una consistencia, una textura, un sonido desconocido. No había guitarras bonitas o feas, no había sonido "vintage" o roquero. A pesar de ser los años 80 en México, aún se escuchaba mucha música de The Beatles y en la televisión aparecían videos de ellos con frecuencia, eran la imagen de la música y por supuesto de la guitarra.

Quisiera hacerles sentir el anhelo de la guitarra eléctrica sin realmente saber qué se anhela, querer algo para conocerlo con esa avidez como quien destapa un juguete nuevo (en realidad en ese momento era sólo un juguete más), pero lo que era realidad es que en ese momento, una tarde a la luz del sol, sin ser un día especialmente memorable por otra cosa, lo recuerdo como el día que conocí de cerca una guitarra eléctrica.

Hoy puedo describirlo de otra forma, no era una guitarra hermosa, ni de buena calidad, estaba sucia y al momento de llegar le estaban cambiando las cuerdas por lo cual estaba a medias, por decir algo, pero me produjo una emoción que sólo pude contener por la prudencia de no parecer, ante el flamante grupo, un tonto. La vi, con indiferencia, según yo, pero más con respeto o miedo, toqué la madera; hice algún comentario y esperé a que tuviera todas las cuerdas. Cuando las tuvo la tomé en posición y me sorprendió el peso y el "como se sentía", tan delgada, frágil y más pesada, el brazo tan insignificante, donde mis dedos, conocidos por no ser esos delicados apéndices que uno imagina en las manos de un músico, casi no cabían para hacer el acorde de La que me sabía en la guitarra acústica. Las cuerdas eran duras, de metal y cortaban las yemas de mis dedos apenas con indicios de callos de guitarra. Hice el acorde y traté de dar sonido, rasguee como estaba acostumbrado y casi no hubo sonido, una decepción. Yo esperaba un screaming, un sonido comprimidos, flnager, delay y poco reverb (hoy sé eso, ese día no)... nada, sólo un débil "tran" que en el bullicio de la calle no sonaba. Y sin embargo sabía que esa era la herramienta con la que se grababan discos, con la que los roqueros tocaba, con al que los Beatles sonaban y cantaban, había posibilidades.

Tal fue el gusto de conocerla, que ese día, sin ser mía, sabiendo que yo no tocaría esa guitarra, pues era de mi hoy buen amigo Roberto (miento, no era de él pero la tocaría porque era el mejor y los demás no sabíamos tocar la guitarra eléctrica) la cargué de regreso al lugar de ensayo (la sala de la casa de alguien y el sufrimiento de vecinos y habitantes) soñando en la guitarra que tendría algún dia y que sonaría comprimida, con un poco de reverb y apenas rompiendo el emulador del bulbo para dar un overdrive suave que he usado desde hace mucho... miento, tampoco sabía todo eso, pero lo aprendí.

La vida glamorosa


Hace mucho años, cuando comencé a tocar la guitarra, me invitaron a tocar en un grupo de rockanroll. Unos amigos se enteraron de que tenía una guitarra (acústica por supuesto) y me dijeron que estaban preparando un grupo. A mí me gustó la idea de tocar junto a una batería y tener micrófonos y todo eso.

Recuerdo perfectamente cuando llegamos a un parque donde nos encontraríamos, y vi a uno de los futuros miembros del grupo con la primera guitarra eléctrica que había visto. Increíble, las cuerdas tan delgadas, el peso, la sensación, el brazo estrecho donde apenas y podía meter mis dedos para tocar los acordes que sabía, y el hecho de que no sonara casi... Con la distancia que brinda el tiempo ahora me doy cuenta que la guitarra era bastante mala, de una marca muy desconocida y en general no la voltearía a ver hoy en día, pero en ese momento fue fascinante.

Llegó lo primero, ¿qué hacemos? Pues a tocar lo que sepamos, y comenzamos a tocar alguna vieja canción de rockanroll que todos nos sabíamos . Debió sonar terrible, pero el sonido de la batería junto a uno, y pasar las voces y las guitarras a través de un pequeño apmlificador de 30 watts de sonido infame, era lo máximo en ese momento. No estoy seguro de que en ese momento me imaginara en la cumbre de la fama y con mujeres y lujos alrededor, pero la ilusión de tocar me había atrapado.

Con estos amigos crecí musicalmente y también cronológicamente. Algunos renunciaron al proyecto de tocar, otros seguimos ensayando horas y horas cada día, nos involucramos en la música. Algunos sabían más que otros y nos indicaban qué hacer, pero en sí todos estábamos aprendiendo; a convivir, a tocar, a trabajar en grupo y a tolerar las ideas que repentinamente aparecían y parecían descabelladas. Los vecinos nos criticaron, pididendo que paráramos ese ruido que hacíamos todas las tardes, y nos bautizaron con diversos apodos. Nuestros padres nos apoyaron, dándonos una guitarra y amplificador (usados pero en ese momento inigualables), otro más ya tenía batería y comenzamos a ser capaces de tocar algunas canciones del hoy famosos "rock en tu idioma" de esos años. De pronto escuchamos a grupos como Duncan Dhu, La Orquesta Mondragón, Enanitos Verdes, El Tri y grupos que iban naciendo, como Los Caifanes o Los Amantes de Lola. Tocamos canciones de todos ellos y después, si eran grupos locales, íbamos a verlos a algún lugar de rock, como el viejo Rockotitlán de Insurgentes o el LUCC.

Personalemnte tuve, en ocasiones y debido a la falta de conocidos en eso de tocar, ser bajista de la banda o tocar un poco de teclado, que bien a bien no sabía donde estaba cada cosa. Fue una muy buena época, donde el compromiso por tocar y ensayar era verdaderamente notable. Llegábamos al ensayo puntuales y tocábamos horas. Algúnos disgustos surgieron porque uno de nosotros o dos, preferíamos ocasionalmente salir con alguna chica. Era indignante para los otrs.

No sé bien a qué se debía este compromiso con un grupo que realmente no tenía nada qué ofrecernos a alguno de nosotros. No componíamos canciones, no sabíamos tocar realmente y no conocíamos a alguien que pudiera guiarnos. Sin embarg ahí estábamos, tocando y aprendiendo sin querer.

Llegó el día en que tocamos ante un público por primera vez. Fué una fiesta de cumpleaños de la prima de alguien y en esa ocasión yo tocaba el bajo (no había quién se ofreciera). No sé cómo nos escuchábamos y si fue por compasión o en realidad no sonaba tan mal, pero la gente fue condescendiente con nosotros. Algunas chicas se acercaron a nosotros y fuimos repentinamente estrellas de la música. Nuestro set había incluído algunas canciones de Botellita de Jerez, El Tri, GIT y canciones de rockanroll. Los nervios habían sido impresionantes y yo, que muchas veces me sentí tímido en extremo, en el escenario había olvidado ese miedo al auditorio y había tocado más con preocupación por que se escuchara bien que por cómo me veía el público.

Creo que ahí fue donde me atrapó el escenario. Y lo digo porque he escuchado a muchos músicos o aspirantes a músicos que dicen que tocan sólo porque les gusta la música. Si fuera así, ¿por qué la necesidad de hacer música para otros?, ¿no sería mejor tocar en una sala de ensayo perpetuamente? Para mí, al menos, es el escenario el que me llena, el que la gente oiga lo que toco y mejor aún si les gusta. No es el sueño de la vida glamorosa, de lo que viene después de tocar, sino exactamente lo que sucede en el escenario, ver la reacción de la gente, que les guste y la satisfacción que brinda el que la gente sepa tus canciones (no las de otros), que coree tu música y que les brindes un poco de entretenimiento y olvidarnos todos de casi todo mientras dura la presentación.

A veces me gusta que la gente me salude en la calle cuando me reconoce, pero no siempre. Muchas veces prefiero pasar inadvertido a excepción de cuando estoy en el escenario. No es la fama lo que busco y me mantiene en esta actividad tantos años después. El dinero tampoco lo es; en todo este tiempo si acaso he obtenido suficiente dinero para invertirlo nuevamente en mi equipo, ha sido mucho. Es cierto que me encantaría poder entregarme a tocar y que ese fuera mi única fuente de ingresos, el sueño es poder vivir de lo que más te gusta hacer, pero hasta hoy no ha sido posible. no son las mujeres. En todo el tiempo en los escenarios, se han acercado algunas chicas a conversar, a coquetear y a veces a más, pero no es la constante. De hecho a mi pareja no la conocí en una ocasión como esa, sino en un ambiente distinto y ha sido una relación sólida que no se mueve por si le gusta cómo me veo en el escenario o no.

Para mí el glamour es el tocar ante un público, ese reto que sucede cada vez distinto de saber si a la gente la podrás mover a que cante, a que baile, a que se pare de su asiento y sude un poco junto contigo. Cada vez en el escenario es una nueva oportunidad de darle al público toda la energía que se despliega con la música, cada vez es diferente y poco a poco he notado que cada vez es mejor (al menos para mí).

Con los años que llevo en esto, no espero que después del concierto se acerque una chica para darme un beso, ni espero a que llegue untipo que me promete todo el éxito y la fama y no cumple nada. No espero que se acerquen a pedirme autógrafos o fotos, lo que espero, y agradezco que se dé, es que le guste al público y se diviertan todo lo que puedan cada vez que la banda toca.

Tocar y pagar (pagar para tocar)


Con la muy escasa excepción de algunas bandas afortundas que logran cobrar razonablemente cada vez que tocan, este tema es muy espinoso y dado a la controversia entre todos los que nos dedicamos a la música.

La situación en México es más o menos así: por alguna extraña razon los dueños de los bares donde se presentan bandas en vivo consideran que las bandas son un bien gratuito y que ellos hacen el favor de ofrecer sus espacios para que los músicos se presenten. Hagamos algunas consideraciones.

1. Los bares que ofrecen música original en vivo tienen un cierto prestigio que les permite anunciarse como eso, bares que tienen música original en vivo.

2. Sin bandas que toquen música original en estos bares, los lugares se quedarían sin bandas que anunciar.

3. Los integrantes de las bandas tienen gastos para llegar al sitio a tocar. Incluso si se considera que no hay que pagar por la música, el tiempo invertido, etc., por lo menos hay que cubrir el gasto que realiza la banda al llegar a un lugar a tocar.

4. Las tocadas de promoción, el famoso caso de "no te pago porque mi lugar es muy bueno y viene mucha gente y puedes exponer tu proyecto aquí". Esta afirmación no tendría validez alguna si no existieran bandas que incluso llegan a pagar por tocar. Aquí hay un problema de conciencia colectiva y responsabilidad. Si las bandas no aceptaran esto, sin excepción, podríamos todos al menos pagar los gastos de transporte y staff.

5. "Te pago pero tienes que vender 300 entradas y cobras a partir de la entrada 301". En realidad uno entonces, como banda, está haciendo todo aquello que el dueño o gerente del lugar no hace: publicidad, labor de venta, corres con el riesgo de perder dinero invertido, etc. Solo faltaría que uno tuviera que llegar a abrir y barrer el lugar después del cierre.

6. Una variación de lo anterior es la deleznable práctica de algunos abusadores de las bandas, que hacen firmar un contrato que les otorga el derecho de cobrarle a la banda cierta cantidad por "abrirle las puertas del lugar" y exigir ese pago de cualquier forma, así, si la banda no cumple con llevar a X número de personas, el dueño del lugar puede cobrarse incluso con los instrumentos y amplificadores de la banda.

Es lamentable que la gente piense que el trabajo del músico no vale, que es un bien que debe ser gratuito y no hay que pagar por ese trabajo y que tocar es tan divertido que se paga solo. Mentira, los músicos incurren en muchos gastos para poder ofrecer un espectáculo de 1 ó 2 horas. Se compraron instrumentos, se ensayó, se compusieron canciones, se trabajó para conseguir que un lugar confiara en ellos y se transportaron y cargaron instrumentos y amplificadores, todo eso cuesta y a veces es muy caro.

La música no es gratuita, hay mucho trabajo detrás de ella, y es muy fácil optar por no pagar. Desde el dueño del bar, centro de conciertos o similares, pasando por el que quiere entrar a todos los conciertos gratis, aquél que busca que rebajen el precio de entrada, el músico que daña a los otros ofreciendo su trabajo por nada y hasta el que copia la música de esas bandas independientes que empeñan el alma para poder ofrecer su disco.

No estamos hablando de esa lucha contra la industria que muchos argumentan para no pagar, por que si bien muchos aducen esas razones, bien pagan cantidades exorbitantes por un concierto de un grupo internacional, o se gastan una fortuna hasta en cigarrillos y bebida (la mayor industria del mundo). Las bandas tenemos que ofrecer nuestro trabajo por 20 ó 30 pesos cuando más de eso cuesta una cerveza en el bar.

Qué afortunadas son las bandas que logran pasar esa barrea y se encuentran con un público que está dispuesto a pagar cada vez más por ver a su banda favorita. Hay negocio (por también de eso se trata la música) para todos, el que toca, el que pone el lugar y el que va a escuchar.

La decisión está en seguir regalando nuestro trabajo como bandas, y para bares y gente en general uno puede preguntarse si piensan que todo está bien con este esquema.

Hay ejemplos muy honrosos de bares que siempre pagan a las bandas, porque tienen siempre buenas bandas y la gente puede acudir con la confianza de que siempre, el día que sea, conzcan o no a la banda, escucharán buena música, y por ello la gente acude a pasar una buena noche. El un círculo completo que no se rompe. Nadie pide gratis nada y las bandas saben que se valora su trabajo.

Lo que gusta del gusto

En comentarios pasados dábamos cuenta de las dificultades de la música, pero permítanme un respiro y recordar de alguna manera el por qué de tocar y decidir lanzar el resto de uno en este medio.

Recientemente me llegó por correo un nuevo procesador de efectos y tuve que programarlo junto con lo demás de mi equipo. Qué gusto el escuchar el sonido que buscas, los detalles de efectos, redescubrir el placer de tocar. La música es por lo que está uno en estas tierras y a veces me permito una perversa reflexión cuando estoy en la calle y algo pasa. Vas en el tráfico y se te cierra un tipo y siempre pienso, o trato de pensar que el único logro de esta persona en su día, en su aburrida rutina, es lograr cerrarse o ganarte el paso o demostrarte su poder de alguna forma parecida, sin embargo pienso que no tengo la necesidad de eso, mi logro y mi triunfo personal es tocar, subirme al escenario y darme cuenta de que tengo la posibilidad de hacer música, y sólo por eso hay una gran diferencia y tengo una ventaja desde mi punto de vista. A pesar de los problemas y obstáculos, de lo difícil que resulta, ya no ser una gran banda que la gente siga, sino sólo seguir tocando; el escenario, que la gente disfrute de lo que tocas, que uno mismo goce del momento y lograr eso, es más que suficiente y paga muchas cosas que de otra manera, en un cálculo puramente contable, serían sólo pérdidas.

Tocar representa una gran parte de la vida de uno. Piensas, planeas, haces lo posible y mantienes viva la pasión y eso te mantiene trabajando. El gusto por tocar, por hacerlo con otros, hacerlo en el escenariom, es una forma de vida que no todos pueden gozar, ya sea porque no quieren o porque no pueden. La vida del músico que se dedica a esto es en muchas maneras singular, a pesar de que en tu casa saques la basura como todos, o duermas como todos o veas la televisión, sencillamente hay algo que puedes y te gusta hacer.

Puede llamarse vanidad o egocentrismo, pero uno o bien ha nacido o se ha formado para esto. Supongo que todos aquellos que se realizan de alguna manera con la actividad creadora tienen un proceso similar y tienen esa pequeña culpa que motiva el aferrarse a su pasión. Muchos menospreciarán esta reflexión, pero me es imposible verlo de otra manera.

En fin, que esta actividad está llena de claroscuros, nada es bueno ni malo completamente. Hay cosas desagradables, pero la “realización” que se logra en cada concierto, en grabar un disco, en dar a conocer tu música, supera obviamente los incomodidades, de otra manera, si uno no lo piensa así, ya lo habría dejado, como muchos otros ya lo han hecho.

Permítanme dejarlos con esta nota de optimismo y mal consejo: Si te gusta el escenario, la música, esta actividad tanto como a un servidor, sigue, que nada se podrá comparar y trabaja y lucha por este sueño, que bien vale la pena.

Ser banda independiente II

Esta serie de blogs aparecieron en 2005 en el sitio Misrolas.com, como autor las transcribo acá por si a alguien le interesa

Cuando uno habla de independencia en esto de la música, surge esa idea platónica del artista que emana su fuerza creativa y la ofrece al público. En ese mundo de ensueño la gente escucha y aplaude, ovaciona y admira la música y a su compositor, canta con él y todo esto fuera de las terribles garras y cadenas que impone la industria musical a la creatividad y libertad creativa.

Las cosas son un poco distintas.

En esta multitud y sobresaturación musical en la cual nos encontramos hoy día, una nueva propuesta, por fabulosa que sea, corre el riesgo de morir de hambre en cualquier pequeño antro o en la sala de ensayos de algún barrio. Hay posiblemente, grupos que están dando forma a proyectos completamente innovadores, o a canciones sumamente valiosas, lírica o musicalmente, pero la probabilidad de que no nos enteremos de esto es grande. ¿Por qué?

Hoy en día existen numerosos filtros y aduanas con las cuales lidiar para poder acceder al público, a que te escuchen con un mínimo de atención. Supongamos que uno tiene una idea, un proyecto de música, de cierto estilo o forma de ver la música tal que es movido por esa fuerza a formar un grupo (si uno no es solista) y hacer la música.

La banda

Encontrar a la gente que crea en el proyecto, que quiera participar, tenga el tiempo y la disposición y además, reúna los requisitos que uno espera de ejecución e idea, no es tarea menor. Son un número de criterios que a menudo no se encuentran completamente en cualquier persona. consideremos además que debe existir cierta simpatía entre los miembros de una banda (porque un proyecto independientemente se basa sólo en el perseguir un ideal común, al menos en principio). Las cosas se ponen complicadas.

La música

Ahora que hemos pasado la primera barrera encontramos que, bien, teníamos un par de canciones escritas y que hemos logrado tocar satisfactoriamente con la banda, pero no se vive de dos canciones, ni de cinco, hay que componer y, al menos en mi caso, no soy el hombre orquesta, ni he llegado con las partes musicales de cada miembro listas para que se ejecute, por lo cual debo apelar a la creación colectiva, al menos en el caso de arreglos. Si bien tengo mi canción con guitarra y voz, y hay cierta idea de qué ritmo tendrá, los detalles se los dejo a los demás músicos, pues cada uno conoce su instrumento y sus posibilidades. Sólo queda confiar en que compartimos una idea de la música, o que creo que su creatividad satisface de tal manera mi gusto, que lo que hagan en el arreglo sonará bien. Siempre queda la opción de opinar, sugerir e incluso modificar o recomendar cambios, pero no siempre es fácil. Hay egos y vanidades muy susceptibles a la crítica franca, y personas con ideas firmes (necios?) que sólo se convencen de su error cuando lo oyen grabado, a solas, y en secreto. El proceso de componer y arreglar una canción es arduo y se presta a muchas fricciones mientras más personas intervienen en él. Al igual que en el caso de la banda, la música disminuye su probabilidad de existir mientras más cabezas intervienen en su manufactura.

Presentaciones

Pues bien, hemos superado estos obstáculos, ahora busquemos presentaciones. ¿Que dónde puedo tocar este tipo de música?, ¿hay que vender boletos?, ¿y tocar gratis?, ¿que mi disco? si sólo tengo tres meses de armado, ¿mi demo?, ¿quieren oirme?, pues tengo esta cinta casera, ¿no tienen tocacintas?, ¿DAT?, ¿CD-R?, ¿video?, ¿que si no lleno el lugar tengo que pagar?, ¿o dejar mis instrumentos en prenda?, ¿firmar un pagaré?, ¿que a la mera hora al dueño no le gustó y canceló y ya tengo todo aquí?, ¿que sólo puedo tocar 10 minutos?, ¿sin prueba de sonido?, ¿que todo por línea?, ¿que no alcanzan los micrófonos y no hay monitores?, ¿que toque dos canciones mías y lo demás de covers?, ¿que mejor puros covers?, ¿que al dueño le gusta "La Patita" y hay que tocarla o no nos dejan tocar?. ¿No dan ganas de decir "al carajo"?

Perdonen mi exabrupto, pero me traicionaron los recuerdos presentes y pasados. Si, las presentaciones son una gran barrera. Todos quieren que suenes bien, que seas bueno, llenes el lugar, hagas que la gente consuma lo que vende el lugar y no quieren pagar tu esfuerzo, creen que todo esto es gratis y muchos grupos cometemos el error de tocar sin cobrar un solo centavo con el fin de que nos escuchen.

Está además una cuestión que parece banal, pero que puede hacer a muchos renunciar a la idea de la banda independiente, e incluso de tocar fuera de casa, la famosa y terrible "cargada". Todo ese equipo que se ve tan bien en el escenario, la reluciente batería con 8 toms, dos bombos y 12 platillos, el gran ampli Marshall Double Stack, el bafle de bajo 8x10, dos guitarras y dos bajos, por quello de las fallas, en el caso de que haya percusiones, todo es grande y hay que cargarlo, congas, timbales, etc., todo necesita ser llevado del lugar de ensayo al transporte, del transporte al antro, del antro al transporte y del transporte al lugar de ensayo, toda una jornada que requiere de brazos, fuerza, espalda y mucha suerte para no lastimarte en el proceso.

Vengan a vernos

Ya está, hay músicos, música, instrumentos, lugar para tocar y estamos esta noche. A menos que ese gran lugar, que tiene llenos todas las noches y es el semillero de todas las mejores bandas, te haya abierto las puertas, tu tocada o concierto será en un pequeño bar, donde tuviste que haber vendido boletos entre tu familia y amigos para que te vayan a ver. Eso se puede hacer las tres primeras tocadas, cuando mucho, pero te aseguro que una cuarta no la soportará tu tío o tu hermano, y pocos amigos serán tan fieles como para convertirse auténticamente en fans. La realidad es, la gente no viene a ver tus tocadas y tu esperarías que se hubiera corrido ya la voz de lo bueno que eres. No ha pasado, el 99.99% de la gente ignora que existes y a qué suenas y créemelo, no va venir a menos que hagas algo, pero ¿qué?

Ser banda independiente I

La independencia de una banda es un destino al que se llega por dos rutas, o se elige autónoma y concientemente este camino, o bien, uno busca a la industria y esta le cierra las puertas a la propuesta.

La mayoría de las bandas independientes tomamos este segundo camino más por resignación y deseo de hacer las cosas que por voluntad. Reconozco a los paladines del movimiento independiente que desde el inicio de su banda y/o su proyecto deciden que no quieren tener nada qué ver con la industria de la música, sin embargo la mayoría de las bandas buscan acercarse o hacer llegar el material y la propuesta de su música a la todopoderosa industria con nulos resultados, de ahí que no quede más camino que ser independiente. Claro, no todas las bandas rechazadas de la industria se vuelven independientes, muchas se dan por vencidas y se convierten en grupos de garage o desaparecen, otras intentan un tiempo y se dan cuenta de lo difícil que es esta vía y abandonan, se van al siempre popular y nunca bien ponderado hueso, pero algunas, donde encontramos a esa especie de aferrados a no sé qué, que siguen y se meten en los recovecos de lo que es la labor de una disquera, productora, promotora y todo lo que es llevar adelante un proyecto independiente, arriesgando su propio dinero (cuando lo hay) y dando su talento a quien lo quiera escuchar.

Yo me confieso y digo que nunca pensé, ni desde los tiempos de 38400 voces, ser independiente. Los grupos en los que he estado han sido tan bien aceptados (perdonen la presunción) que con uno de ellos estuve a punto de firmar un contrato discografico, situación que se cayó debido a la crisis de 1994-1995 en México. Con mi banda actual en un principio pensamos en acercarnos a las disqueras grandes antes que nada, pero la industria ha cambiado y no hay quien se arriesge, mucho dinero va en juego. Afortunadamente la misma tecnología que ha hecho a la industria tan insegura, también nos permite grabar con muy bajos costos (a comparación de lo que costaba un estudio hace unos 5 años), y distribuir canciones de manera tradicional (en CD, incluso los grabados en casa) o por vías digitales como en MisRolas.com. Viendo así las cosas, y con las ganas de tocar, de presentarte y de que te escuchen, RaDio LaTiNoS decidió continuar la vía tradicional: composición-arreglos-tocadas-más tocadas-composición-arreglos-desarreglos-grabación-y a ver qué pasa.

Siguiendo esta ruta independiente, se descubren muchas cosas, como que la vocación de ser músico (educado o maleducado) hoy en día parecería más fácil de seguir, pero esto es un arma de doble filo. La tecnología permite a grupos con poco talento tener un disco en el mercado y ser escuchados. También permite que los grupos con talento tengan disco y también sean escuchados. Esto ocasiona que haya miles de bandas en el mercado subterráneo, con diferentes calidades de música, espectáculo y grabación, elegir o encontrar una buena banda en esta multitud de opciones es difícil. por ahí dicen que el exceso de opciones en la elección nos lleva a la no-elección, fenómeno que al parecer está sucediendo. El escucha normal y promedio muy difícilmente se meterá a explorar en este mar de opciones tan disparejas y se conformará con lo que le queda más a la mano, los grupos y la música que ofrece la radio comercial o la televisión.

Para destacar un poco al menos dentro de esta vitrina bastante escondida de la música subterránea, levantar la mano y decir "aquí estamos", una banda independiente debe hacer mucho más que tocar, grabar su disco y venderlo en sus tocadas, hay que trabajar en el escritorio de manera muy enfocada y aprender de los muchos errores que se cometerán. Esto exige más vocación de la que antes se necesitaba, cuando tocar mucho, en grandes o pequeños eventos donde la gente se volviera loca por tu música, era suficiente para esperar a que un productor o disquera te descubriera y te ofreciera el contrato, la tele y la radio.

La independencia de una banda está más a la mano que cualquier otra opción, es fácil convertirse en una banda independiente, pues sólo basta hacer lo que uno hace y grabar unas cuantas canciones, incluso en la computadora de la casa, pero desarrollarse auténticamente como una banda independiente está muy lejos de sólo quedarse en esa dinámica. Se necesita definir metas, hacerse la pregunta sincera ¿a dónde quiero que llegue mi banda?, y más importante aún ¿qué tanto trabajo estoy dispuesto a hacer por conseguir lo que quiero? Escuché o leí por algún lado que el trabajo de una banda independiente es 85% administrativo y sólo 15% musical, si a esto le agregamos que en la música (y al parecer en cualquier ámbito de la vida) 20% es el talento y 80% el trabajo, el convertirse en una hormiguita que trabaje como si no hubiera Dios y ore como si todo dependiera de Él, puede rendir frutos.

Crónicas de la independencia

Esta serie de blogs se publicaron en el sitio Misrolas.com en 2005, las transcribo como autor para dejarlas por acá si alguien quiere conocerlas.

Soy de ese grupo de personas a las que les gusta mucho la música, disfrutan escucharla y saben nada acerca de mucho o mucho acerca de nada. Tal fue la situación que un día decidí que me gustaría tocar algún instrumento. Siempre (a menos que tengas un piano en casa) sucede que el instrumento más a la mano es una guitarra y pues para mí la situación fue obvia. A eso de los 13 años aprendí a tocar la guitarra con el ánimo sólo de saber, pero las cosas siempre resultan extrañas.

Al enterarse de que yo tocaba la guitarra (feo pero fuerte) no faltó el conocido del conocido del conocido (la noticia de que uno se ha tirado a la perdición de la música corre como pólvora) que me invito a tocar con un grupo que estaban armando, sucumbí ante la tentación de tocar con otros freaks iguales o parecidos a mí y pararme en un escenario y termine por aceptar.

Para no hacerla muy cansada, baste decir que con estos amigos toqué un tiempo, y después me llamaron otros (ya para entonces con mi reluciente guitarra eléctrica) y otros y después conocí a algunos otros que me presentaron a otros y a otros hasta que conocí a algunos realmente virtuosos del instrumento y que me hicieron pensar seriamente en tomar clases más en serio de la guitarra. Pues bien, fui a dar con el famoso (seguirá siendo famoso?) Héctor Castañón, quien me enseñó muchas cosas realmente desconocidas y me alivió bastantes dudas existenciales (¿serviré para tocar?, ¿tengo la habilidad?, ¿debo estudiar veterinaria?)

Con el tiempo en las clases de Héctor, me invitaron a tocar con una compositora y cantante que se llama Tere Estrada, con la cual pisé escenarios importantes como el de el LUCC, Rockotitlán (en Insurgentes), y muchos otros. esta experiencia con ella me condujo a grabar un disco que se llama "Túneles desiertos" con Tere Estrada y Esquina Bajan (así se llamaba la banda), proceso durante el cual conocí a un auténtico virtuoso del bajo llamado Rafael Herrera, quien para sorpresa mía, uno de tantos días o noches de grabación, me invitó a formar una banda con él, ante lo cual obviamente salté y dije el clásico "si quiero".

Con Rafael formamos la banda conocida como 38400 voces y buscamos en un principio bateristas (hasta que encontramos a Alejandro) y después a cantantes. Para encontrar un cantante fue una labor ardua y audicionaron y tocaron varias personas inlcuida Tiaré Scanda, y otros, hasta que apareció Getty, hecho a la medida de la banda, al menos en nuestras cabezas.

La banda 38400 voces roló por muchos lugares y situaciones que ya les contaré, inluyendo Japón, cuando fuimos al concurso Yamaha Internacional (1993). Fueron muy buenos tiempos.

Hacia 1997 me salí de la banda y llegué a tocar con otros proyectos, algunos independientes, otros de disquera (la cantante Frida se acordarà de esto e incluso Christian Castro). El proceso no fue muy bueno y decidí retirarme en 1998, eso había sido todo en la música para mí, salvo un breve periodo en que aprendí a tocar trompeta y palomeé con banda de amigos, como la de Eder da Rosa (en esos días la banda ers Pirocas Du Nascimento) y de vuelta con 38400 en la sección de metales. después de eso dejé todo y vendí amplificador, procesador de efectos y trompeta.

Para finales de 2001 Getty, que ya había dejado de tocar con 38400 voces, me llamó para tocar algo de trompeta en una banda que estaba formando, con algo de duda acudí y este proyecto sólo duró dos ensayos y eso me confirmó la decisión de dedicarme al trabajo y casarme. Sin embargo, para finales de 2002 getty insisitió nuevamente, y el hambre natural que queda de tocar, de estar en el escenario, pudo más que la prudencia y formamos, ahora si, la banda RaDio LaTiNoS (después les cuento acerca de cómo exactamente se formó la banda). Con grandes expectativas, poco dinero, equipo pasable y sin lugar de ensayo, RaDio LaTiNoS salió a la luz.

Y llegamos a este momento, donde les digo que soy uno de los guitarristas de Radio Latinos y ahora mismo estoy buscando, junto con los demás en la banda, promover el disco que hemos grabado, producido, maquilado y vendido, de manera independiente.

Con esta breve historia nos damos, ustedes y yo, la bienvenida a las Crónicas de la Independencia, donde si se puede me dejarán platicarles de lo que es estar, trabajar, luchar y desanimarse a menudo, en una banda independiente.

Maravillas de la tecnología en casa

Hace unos días conseguí un grabador de DVD con disco duro, perfecto para transferir videos en casette a formato DVD. Con control remoto en mano, busqué mis viejos videos de los grupos en los que he tocado y a grabar se ha dicho.


Recordar cosas es bueno, y ayuda a darse cuenta de lo que uno no veía en esos momentos, cuando la grabacion original del video se daba: la banda, la reacción de la gente. Otros ojos para el momento, eso además de reconocerse con diez años menos (en algunos casos más años) y ver que uno hacía lo que le gustaba. Momentos para arrepentimientos pero sobre todo para divertirse y disfrutar lo que uno hizo y de lo cual afortunadamente quedan huellas que permitan comprobar lo que uno cuenta a los nuevos amigos que en muchos casos ni siquiera sospechan ese rincón de fama que llegó uno a tener.


Dejo el link hacia un video de mi primera banda "profesional" llamada Esquina Bajan. Esta tocada en particular es en el concurso "Rock en la selva de asfalto" que se realizó en febrero de 1991 y en el cual obtuvimos el segundo lugar. La cantante es la gran Tere Estrada y el de la guitarra principal soy yo.


Covers y hueseros, elegir o aceptar

Antes de entrar en materia, y como advertencia ante lo que voy a opinar, quiero decir y confesar que algunas veces he tocado covers, y que es una labor bastante difícil lograr que las canciones se parezcan tanto a la versión original como el público lo exige, se requiere saber y poder tocar y sonar como los músicos que originalmente grabaron los temas. También he de reconocer que las bandas de covers son mucho más rentables que las de música original, pues en el 90% de los casos el grupo de covers sí cobra por su trabajo y la gente paga por entrar a los lugares donde estas bandas se presentan. Pero también debo reconocer que para mí, el mejor de los casos no es tocar en uno de estos grupos.

Conozco a algunos músicos que orgullosamente presumen cómo la gente "se prende" cuando suben a tocar su set de covers en algún bar. Cómo cada noche tienen éxito y aplausos cuando tocan las canciones de moda, que se escuchan todo el día en la radio o tocan viejos éxitos y canciones clásicas del pop y rock. Y entonces me pregunto, ¿de qué presumen? Ellos no compusieron estas canciones, no las grabaron, no son los artistas originales. Tienen que renovar su set de canciones cada vez que aparece un nuevo éxito en la radio, y si esa canción es musical y letrísticamente mala, de todos modos tienen que tocarla.

Para mí el tocar música de otros, música de radio, es como comer un caramelo sin sabor, o como decía un amigo, es como tener sexo con una mujer bastante fea, es algo que no presumirías, de lo que te sientes culpable, pero a veces no puedes evitar. Porque si bien, reconozco que la música que toco actualmente tiene un tinte comercial y popular, sé al menos que yo grabé la guitarra que se toca ahí, en el disco, y si le gusta a la gente, yo colaboré para formar esa canción desde que llegó al ensayo como una mera propuesta. También sé que puedo cambiar cualquier elemento cuando quiera, y puedo variar el solo de guitarra a mi gusto si eso necesito, sé que cada canción de la banda es en parte creación mía y sé que si la canción no funciona es también en parte culpa mía.

Pero una banda de covers... No tiene nada de eso. Y lo digo porque en alguna ocasión en que nuestra banda tocó en un bar alternando con una banda de covers, el director de aquel grupo nos presumió hasta el cansancio como cada noche lograba el éxtasis de la noche, mientras que a nosotros (debo decirlo) nos fue mal (yo presumo ahora que ese es el único día que nos ha ido mal). Y ahora que razono esto fue poner a competir a nuestra banda con todo el aparato comercial del radio y la TV, unidos con un buen grupo de covers. La gente de ese bar no acostumbra ir a escuchar a un grupo de música original y no querían oirlo. Querían cantar sus canciones como en el radio y no pensar si una nueva canción les gustaría. (Moraleja, hay que saber donde ir a tocar lo que uno toca).

Y es que desde mi punto de vista los lugares que ofrecen bandas de covers no le hacen ningún favor a la música en general. La gente se ha malacostumbrado a no respetar la labor del músico que toca material original, y esperan, en estos lugares, escuchar, por decimonovena vez en el día, la canción que repiten todo el día en la radio, no buscan nada nuevo, no ejercen su capacidad de decidir qué les gusta. Creo que los covers son una mala idea, pues los músicos originales que grabaron cada tema, serán los que mejor interpreten esa canción, no hay vuelta de hoja. lo mejor que puede hacer una banda de covers es tocar idéntico a la grabación. Los covers limitan la cantidad de música que se compone, le brindan a la gente alimento en su corral, en lugar de impulsarlos a salir a comer al campo, le dan al empresario la certeza de la medianía, de no llegar a más, pero no perder lo menos. Los covers promueven y fomentan la industria que limita a muchos músicos para crear, perpetúan el sistema de no escucho nada nuevo - voy al bar y escucho lo mismo que en la radio y TV - no toco nada nuevo - mejor toco lo que me piden - luego me quejo de que la gente no quiere oir nada nuevo.

Estoy seguro de que el gusto musical de la gente mejoraría si el 90% de los bares ofrecieran música original, y los que tocamos esto nos beneficiaríamos de un universo mayor de posibilidades de trabajo. la gente se habituaría a escuchar cosas nuevas y funcionaría, si se quiere, el mercado económico, los grupo con mejor música, mensaje, contenido, espectáculo, etcétera, obtendrían más trabajo (pura selección antural, diría otro).

Los covers le quitan la capacidad de elección a la gente, al músico y al empresario. Habría que limitarlos y que todos nos volviéramos más creativos y diversos

5.9.08

Cartas a Lo Cursi I

Un debate de guitarras aquí adentro y allá afuera los niños-jovenes-adolescentes-adultos asumiendo poses rockstar con guitarritas de plástico con cinco botones.
Me preguntó hace poco alguien "tu debes ser bueno para el Guitar Hero porque tocas guitarra". traté de no caer en cólera y moderadamente decirle "yo no juego eso", pero mentira, lo hice (jugar) y la frustración embargó esta alma de redentor sonoro. Fui un asco, terrible, verdaderamente desdeñable. En una plastiquita emulación de Stratocaster fui víctima de la inutilidad de mis años de estudio de guitarra, de mis largos años en el escenario, de mi pasión Roabada-prestada de Gilmour y Harrison.
El odio, eso me apagó, odié el juego, y al final confieso el deseo de venganza, de redimir a todos nosotros que conocemos los 126 lugares donde se pueden pisar las cuerdas y desconocemos los 5 botones de colores del juguete.
Un beso mi estimada Patricia

13.3.08

Su nombre es Linux

Buena forma de explicar la capacidad de crecimiento y adaptación de una herramienta, donde las experiencias de la colectividad le agregan sentido y utilidad al producto.

Interesante que este comercial esté producido por IBM.

Ya saben, los comentarios son bienvenidos.

30.1.08

Futura estrella del Ultra Lounge

Con las cosas que uno se puede encontrar entre los videos disponibles en la red. Me he topado con esta niña que no sólo se dá el lujo de tocar el Tico Tico, sino que además se da sus tiempos para bailarlo.

No cabe duda que esta generacion está sobreestimulada.



En serio, que no dejo de sentir algo de envidia.

22.1.08

Por qué cruzó el pollo el camino

Una traduccion del articulo original y que requiere cierta simpleza u ociocidad para captar el mensaje.

Las respuestas que darían diversos personajes, artistas y filósofos a tan trascendental pregunta:

Platón: Por el bien mayor

Aristóteles: para cumplir su naturaleza en la otredad

Karl Marx: era una inevitabilidad histórica

Maquiavelo: Porque sus súbditos lo verían con admiración, como un pollo que tuvo el valor y el coraje de arrojadamente cruzar el camino, pero también lo verían con miedo, como aquél entre ellos que tuvo la fortaleza para contender con tal paradigma de la virtud aviar. En tal forma se mantiene el dominio del pŕincipe pollo.

Hipócrates: debido a un exceso de sustancia rosada claro en su páncreas

Jacques Derrida: se descubrirán cualquier número de interpretaciones para que el pollo haya cruzado el camino, y cada una será igualmente válida tanto como el intento del autor no pueda ser discernido, ya que el estructuralismo está MUERTO, CARAJO, MUERTO

Tomás de Torquemada: denme diez minutos con el pollo y lo averiguaré

Timothy Leary: porque es la única forma de viaje que el Establishment le permitiría

Douglas Adams: cuarenta y dos

Nietzsche: debido a que si se mira demasiado lejos a través del camino, el camino mira también a través de usted

Oliver North: la seguridad nacional estaba en riesgo

B.F. Skinner: porque las influencias externas que persuadieron su sensorium desde el nacimiento han causado que se desarrolle de forma tal que tendería a cruzar, incluso con la creencia de que esta acción sería derivada de su libre albedrío

Carl Jung: la confluencia de eventos en las formas culturales necesitaban que los pollos individualmente cruzaran los caminos en la coyuntura histórica, y por lo tanto los eventos devinieron sincronizadamente

Jean-Paul Sartre: para actuar de buena fe y ser verdadero con él mismo, el pollo se encontró en la necesidad de cruzar el camino

Ludwig Wittgenstein: la posibilidad de "cruzar" fue codificada en los objetos "pollo" y "camino", y las circunstancias se dieron, lo cual causó la actualizacion de esta ocurrencia potencial

Albert Einstein: ya sea que el pollo cruzó el camino o el camino cruzó al pollo depende del marco de referencia

Aristóteles (nuevamente): para actualizar su potencial

Buddha: si preguntas esta cuestión, niegas tu propia naturaleza gallinácea

Howard Cosell: este puede bien ser uno de los eventos más deslumbrantes en los anales de la historia. Un ave bípeda histórica y sin precedentes con la temeridad de intentar tal logro hercúleo, previamente relegado al peatón homo sapiens, es verdaderamente una ocurrencia destacable

Salvador Dalí: el pez

Darwin: era el lógico paso siguiente posterior a haber bajado de los árboles

Emily Dickinson: porque no pudo parar a morir

Epicuro: por diversión

Ralph Waldo Emerson: no cruzó el camino, lo tracendió

Johann Wolfgang von Goethe: el eterno principio-gallináceo lo hizo hacerlo

Ernest Hemingway: para morir. En la lluvia

Werner Heisenberg: no estamos seguros en cuál lado del camino estaba el pollo, pero se estaba moviendo muy rápido

David Hume: fuera de la costumbre y el hábito

Saddam Hussein: este fue un acto de rebelión no provocado y estábamos lo suficientemente justificados para dejar caer 50 toneladas de gas nervioso en él

Jack Nicholson: ‘porque ese (censurada) pollo lo quiso. Esa es la (censurada) razón'

Pirro, el escéptico: ¿qué camino?

Ronald Reagan: bien,……………….

John Sununu: la Fuerza Aérea estaba sólo muy complacida de proveer la transportación, así que razonablemente el pollo se vio en la oportunidad

La Esfinge: dime tú

Henry David Thoreau: para vivir deliberadamente... y extraer el tuétano de la vida

Mark Twain: las noticias de su cruce han sido exageradas en gran medida

Mishima: por la belleza de ello. La extensión de las sinuosas patas del pollo enviaron tremores de una oscura deseperación a las almas no sólo de las silentes gallinas, sino también a los gallos, quienes sintieron un súbito deseo sexual por su exquisito camarada. El oscuro coraje del pollo era tan hermoso como las gotas de rocío sobre el jade en la media noche, tocadas por una luna incompleta, su luz filtrada a través de las nubes. Uno de los gallos excitados profundamente no pudo resistir más la intensidad del momento y arrancó la cabeza del hermoso y valiente pollo héroe, cuya sangre tinta fue bebida deliciosamente por el camino, y él murió

Camus: la madre del pollo recién había muerto. Pero esto no lo molestó realmente, tal como pueden confirmar un número de testigos. De hecho él cruzó sólo porque el sólo daba en sus ojos

John Sununu (de nuevo): argumentaría que el pollo nunca cruzó el camino en absoluto. Esta es una historia inventada por la administración Clinton para distraer la atención del fracaso de la política agrícola. Dónde está la evidencia de que el pollo cruzó el camino, ¿dónde Michael?

Michael Kinsley: ¡vamos John!, todos saben que el pollo cruzó el camino ¿Qué evidencia necesitas? Es obvio que el pollo cruzó el camino. Todo tu argumento es sólo una táctica de humo y espejos para distraernos del hecho de que la mayoría de los pollos votaron ahora por el Partido Demócrata. Deberías avergonzarte de tí mismo John

Siskel: no sé porqué cruzó el camino, pero me encantó. Thumbs up!

Ebert: yo no estoy de acuerdo. Todo eso dejó a la audiencia con duda; el cruce del camino por el pollo nunca fue claramente explicado y el pollo no transmitió bien la emoción ¡Ni siquiera podía hablar inglés! Thumbs down.

Michael Kinsley: pero ambos están de acuerdo en que sí cruzó el camino, ¿verdad? Veras John, estoy en lo correcto como de costumbre.

50 cosas divertidas qué hacer durante un examen

Venido directamente desde Smilespedia (en inglés) hay 50 tips de qué hacer durante un examen. Las sugerencias incluyen traer una almohada y pretender que se duerme hasta 15 minutos antes de que acabe el examen, traer un videojuego y jugarlo al volumen máximo, hacer como que se desconoce al maestro, si se trata de un examen de matemáticas o ciencias, escribir un ensayo largo usando muchos números fórmula y, muy importante, símbolos de integrales. También se recomienda en caso de que sea un examen de opción múltiple, deletrear cosas graciosas con las respuestas, como "babe", "beca", "deba" etcétera.

Por supuesto que la entrada original tiene una gran advertencia de que no se hacen responsables (ni yo tampoco) si al seguir esta guía graciosa reprueban el exámen o los corren de la escuela.